sábado, 17 de febrero de 2018
UN ARMENIO SUELTO EN BELGRANO: ASÍ ES GUEVGEOZIAN.
Mauro Guevgeozian llegó para ser el atacante de área del Pirata en la Superliga. Jugó en la selección de Armenia, lo que toma como una experiencia inigualable en su carrera.
Por Pablo Ocampo.
Durante el mercado de pases Belgrano salió a buscar de movida un delantero de área. Hubo algunos nombres en carpeta y después de varias jornadas de negociaciones se contrató a Mauro Guevgeozian, quien se desvinculó de Newell’s y se vino para Alberdi.
“El Tanque”, como le dicen sus compañeros o “el Armenio” como se lo conoce también, aseguró ayer: “Me estoy adaptando a lo que el entrenador me pide. Juego de ‘9’ y es lo que sé hacer”.
Pero en el pasado del delantero uruguayo de 31 años hay un momento especial y fue cuando le tocó jugar con la selección del país de sus abuelos: Armenia. Allí disputó una gira europea en la que enfrentó equipos que iban a jugar el Mundial 2014.
"Fijate que en mi caso me tocó enfrentar a futbolistas como (Miroslav) Klose, Toni Kroos o (Bastian) Schweinsteiger y en mi vida los voy a volver a enfrentar (se sonríe). Personalmente, me sirvió como experiencia y en lo futbolístico también”, sostuvo.
En aquel partido con Alemania, el equipo armenio perdió 6 a 1, pero además en esa gira cayó con Argelia 3 a 1 y venció a Emiratos Árabes 4 a 3.
El atacante con más de 100 goles en su carrera sabe que volver a la selección de sus abuelos hoy se presenta como un sueño: “Ya está... fui, me sirvió como experiencia, no me volvieron a llamar así que no creo que se repita a esta altura. Además es un viaje complicado porque son 24 horas para ir, jugar y 24 horas de regreso, y uno debe rendir en el equipo en el que está contratado”.
El mate lo acompaña a todos lados, porque no se es uruguayo si no se lleva el termo y el mate como “aliados”. Pero asegura que una de las costumbres armenias que no puede dejar es “la comida de la abuela”, la que lo acompaña siempre que puede.
También contó que “el idioma lo manejo un poco, pero ahora no me acuerdo nada”.
Las costumbres de Argentina y de Uruguay son bastantes similares, así que no hay mucho para que se le pegue, pero en Córdoba el panorama cambia, porque el cuarteto está presente en todos lados:
“Aquí, en el vestuario le meten todos los días al cuarteto, así que en cualquier momento me aprendo alguna de las letras”.
Guevgeozian llegó para hacer goles, pero asegura que “no hay festejo especial ni nada”. “Los goles se gritan, salen de adentro y nada más. Respeto a los que les gusta hacer cosas raras, pero en realidad no soy así”, contó.
El presente.
Todo Belgrano debe adaptarse a la presencia del atacante, pero para él es distinto: “Soy yo el que me debo adaptar a mis nuevos compañeros, porque soy el que recién ha llegado”.
El atacante intenta acomodarse con sus nuevos compañeros, pero no desespera por no haber tenido en los tres partidos desde el reinicio de la Superliga grandes chances de marcar:
“Sé que cuando uno hace las cosas bien y juega para el equipo, el gol llega, por eso lo peor que podemos hacer los delanteros es desesperarnos. Es cierto que por allí debería salir a jugar un poco y generar espacios para los puntas”.
Fuente: Guia Menc