sábado, 17 de diciembre de 2016

HOJA DE RUTA DE UN VIAJE A ARMENIA. POR JOSÉ MIGUEL REDONDO (SELE).


El viento del Cáucaso erosiona los muros de piedra en las iglesias y monasterios del primer país que se dispuso a adoptar el cristianismo como religión oficial hace ya más de diecisiete siglos. Armenia, un reducto diminuto en la confluencia entre oriente y occidente respecto a lo que fue su poderoso reinado en Asia Menor, vive tan apegada a su historia que su orgullo se escapa de sus fronteras de alambre. Ese corazón llamado Monte Ararat, donde según la Biblia se posó el Arca de Noé para dar una segunda oportunidad al mundo, se deja ver desde múltiples rincones del país como esa tierra prometida que se mira pero no se toca. Un horizonte de cruces de piedra que dibujan el imaginario armenio, señalan un camino milenario a los viajeros que se ven seducidos por una nación bañada por su propia historia, la nostalgia de la Leyenda que permanece dentro de ella y la alegría de seguir sorprendiendo a propios y extraños por mucho tiempo que lleve ahí latiendo.
La iglesia más pequeña de Armenia
Tirando del hilo en una extraordinaria aventura caucásica hallamos muchos de esos lugares soñados que ver en Armenia y que merecen formar parte de una hoja de ruta por este pequeño país. A través de un recorrido de aproximadamente una semana de duración tuvimos la fortuna de encontrarnos frente a una manera de celebrar la vida a través de la alegría, de ser sabedores de haber tenido un glorioso pasado, mantener un patrimonio excelso y tener el orgullo irreprochable de sentirse armenios. 

Así fue el recorrido realizado durante nuestro viaje a Armenia

Nuestro viaje a Armenia contó con una duración de una semana entre entradas y salidas. En realidad fueron seis días completos en Armenia antes de entrar a Georgia por la frontera de Sadakhlo. Dado que Armenia se trata de un país de un tamaño casi idéntico a la Comunidad Autónoma de Galicia, conviene tener en cuenta un par de cosas, su pequeño tamaño y que buena parte del país, a excepción de su flanco occidental coincidente con la frontera turca, es montañoso. Por un lado las distancias son cortas a muchos de sus puntos, pero no conviene fiarse siempre del mero kilometraje ya que 100 kilómetros en Armenia pueden necesitar de dos o tres horas.
Mapa de Armenia
Por otro lado, tratándose de un país de semejante tamaño y su capital, Ereván, en el centro del mapa (aunque apostado al oeste), suele ser normal en los planes de viaje a Armenia que se establezca precisamente allí la base. Nosotros salvo una noche, que la pasamos al norte en Dilijan en una guesthouse, dormimos cada día en Ereván. Y desde allí realizamos las distintas excursiones que se teníamos planteadas por jornada.

Mapa con la ruta en Armenia

Bajo una selección de destinos interesantes en Armenia y, a sabiendas del tiempo con el que contábamos así como de la necesidad imperiosa de hacer descartes (la parte más meridional del país así como la República independiente de Nagorno Karabaj, al oeste y limítrofe con Azerbaiyán) nos quedó el siguiente recorrido:
Itinerario realizado en Armenia: Ereván – Echmiadzín (Catedral más antigua del mundo e iglesias de Santa Hripsimé Santa Gayané y Shoghakat) – ruinas de Zvartnots – Ereván – Monasterio Khor Virap – Areni (bodega y cuevas) – Monasterio de Noravank – Ereván – Cañón del Kasagh (Monasterios de Saghmosavank y Hovhannavank) – Ereván – Monasterio de Geghard – Templo de Garni – Lago Sevan (cementerio de Noraduz, iglesia de Hayravank y Monasterio Sevanavank) – Dilijan – Lago Parz – Monasterio Goshavank – Monasterio de Haghpat – Frontera con Georgia (Bagratashen-Sadakhlo).

¿Cómo nos movimos por Armenia?

Dado que íbamos pocos días a Armenia (echamos de menos tres o cuatro jornadas más de viaje) y que los lugares que queríamos visitar no estaban, casi nunca, dentro de núcleos urbanos a los que se llegue fácilmente en marshrutka o vans compartidas que salen cuando se llenan), organizamos previamente desde España esta parte de itinerario. Gracias a la agencia Insòlit Viajes, quienes están en España y mueven este destino entre otros, tuvimos de antemano una ruta elegida para esos días, un coche con conductor y un guía local de habla española (tuvimos suerte porque hay muy pocos en Armenia) así como la reserva de nuestros hoteles en Ereván (Nova Hotel) y Dilijan (B&B Armenia). Cerramos entonces coche, conductor, guía y alojamiento. Todo fue bastante después de que compráramos los billetes de avión con LOT (ida Madrid – Ereván con escala en Varsovia, regreso Tbilisi – Madrid también con escala en Varsovia) y tras estudiarnos detenidamente los lugares que queríamos hacer en el país.
Sele en Armenia

Lugares visitados (¿Qué ver en Armenia en una semana?)

A continuación pasearemos uno por uno por todos los lugares visitados durante nuestra primera parte del viaje al Cáucaso (y que continuaríamos en Georgia). Una selección con pinceladas de lo mucho que hay que ver y hacer en Armenia, esa pequeño gran país con más historia de la que nos podamos imaginar.

Ereván, una capital muy animada

La ciudad de Ereván (también escrito Yerevan) nos sirvió de campamento base durante buena parte de nuestra estancia en Armenia. La capital del país, con algo más de un millón de habitantes (en torno al 40% del total de población de Armenia) no está entre las cien ciudades más bonitas de Europa, de Asia, ni tan siquiera del Cáucaso. No hay que engañarse en este aspecto. Una enorme extensión de la ciudad fue borrada por completo durante las ocho décadas de Armenia como país de la URSS (se dejaron decenas de iglesias milenarias en cenizas) y se planificó como una urbe absolutamente “sovietizada” en la que la estética, salvo excepciones, no se tendría en cuenta para nada.
Bloque soviético en Ereván (Armenia)
Pero Ereván no ha perdido el tiempo desde los noventa y le ha dado varias vueltas a su capital, siempre con vistas al Monte Ararat (eso sí, en días mínimamente despejados), para devolverle la vida que en su momento pudo tener. Y buena parte del centro se ha renovado por completo, se están limpiando las avenidas principales de los bloques de la época comunista para llevar a cabo construcciones más armoniosas y se están haciendo tremendos esfuerzos para que Ereván sea una “ciudad para disfrutar”. Puede sonar raro, pero os aseguro que lo están consiguiendo. Y que a nosotros nos hizo sentir muy a gusto.
Northern Avenue de Ereván (Yerevan, Georgia)
No estamos hablando de una ciudad que se caracterice por tener demasiadas visitas imprescindibles. Pero en la Plaza de la República hay unos cuantos motivos para regresar varias veces al día. Puede ser para ver el ambiente en que se reúnen los armenios cualquiera sea la hora, para hacer una visita al estupendo Museo Nacional de Historia, almorzar con vistas en lo más alto de la terraza del restaurante Diamond Pizza (Calle Abovyan 2), tomarse un café en la cafetería del Marriott, buscarse un vehículo con conductor y terminar por la noche contemplando la danza del agua (21:00 a 23:00) en las fuentes de la plaza (un estilo a lo que se hace en el Hotel Bellagio de Las Vegas).
Plaza de la República en Ereván (Armenia)
Ereván tiene además una nueva catedral dedicada a Gregorio el Iluminador, el santo que convenció al Rey Tiridates III (quien lo tenía encarcelado en una celda con serpientes) de convertirse al cristianismo, una mezquita “azul” del siglo XVIII estilo persa (hubo ocho antes de la sovietización de la ciudad y sólo quedó ésta) así como un hermosísimo paseo a pie por la Northern Avenue (su calle peatonal y comercial) pasando por la Ópera antes de llegar a “la Cascada”, un espacio cultural y de arte moderno que se visita subiendo escaleras mecánicas y que desde arriba proporciona las mejores vistas posibles de Yerevan City con el Monte Ararat de fondo (también desde la estatua gigante de la “Madre Armenia”).
Catedral de San Gregorio en Ereván (Georgia)
A las afueras, el Museo del Genocidio armenio (abierto en 1995) y el monumento a las víctimas de Tzitzernakaberd, son una explicación dura pero necesaria a una de las mayores matanzas perpetradas en la Historia de la Humanidad. Se calcula que más de millón y medio de armenios fueron ejecutados por los turcos del Imperio otomano entre 1915 y 1922. Este genocidio planificado fue el primero de los que llegarían en el siglo XX y, de hecho el mismísimo Adolf Hitler con objeto de justificar su plan para los judíos lanzó una pregunta tan inquietante como definitiva: “¿Quién se acuerda ya del genocidio armenio?”.
Museo del Genocidio en Ereván (Armenia)
Para irse de compras nada mejor que el mercado callejero de Vernissage, situado en una explanada que queda detrás del Museo de Historia, donde uno puede hacerse con recuerdos típicos, joyas, bisutería, artesanía, alfombras o antigüedades. En ningún otro mercado de Armenia encontramos la variedad y los precios del Vernissage (sale más a cuenta que las tiendas normales que tienen lo mismo). Su día fuerte es el domingo, aunque también se llena los sábados. Y últimamente, dado el éxito de público que tiene, el resto de la semana deja abiertos muchos de sus puestos.
Mercado Vernisagge (Ereván, Armenia)
Otra de las mejores opciones que se pueden aprovechar estando en Ereván/Yerevan es la de COMER (o más bien cenar, cuando se vuelve de la ruta del día). Y es que en esta ciudad las posibilidades son máximas, hay restaurantes por todas partes (aunque no tantos como heladerías, que tienen un éxito tremendo) y siempre hay gente sentado a la mesa a cualquier hora del día.
Dónde comer¿Dónde comer en Ereván? Para probar buena comida local con precios muy asequibles (es raro salirse de una media de 5-10€ por almuerzo o cena) recomiendo el Restaurante Tavern Yerevan. Tiene cuatro locales bastante grandes, aunque el más cercano de la Plaza de la República es el de la calle Amiryan número 5 (la que sale del Hotel Marriott). Es un espacio elegante con puro carácter armenio, que pone música en directo por las noches, muestra cómo se hace el pan típico (lavash) y, sobre todo, dispone de una carta muy completa (y con fotografías para saber qué estamos pidiendo) con lo mejor de la gastronomía del país.
Taberna Ereván
Asimismo la franquicia “Karas National Food Chain” se encuentra en toda la ciudad y tiene también bastantes platos locales a un precio incluso más reducido que en Tavern (aunque personalmente me quedo con éste).
Y para comida internacional además de armenia: Diamond Pizza. Por la tarde, cuando no pega tanto el sol. Probablemente tiene la carta con más posibilidades de todo el país. Y muy buenas vistas de la Plaza de la República.
Los armenios son más “mediterráneos” de cabría imaginar. No son de los que van del trabajo a casa y no salen. Cualquier excusa es buena para un armenio para estar en la calle y por ello las opciones de ocio en Ereván son máximas. Y eso, se agradece, aunque no sea la ciudad más bonita del mundo…

Echmiadzín, el “Vaticano” armenio

A escasos 19 kilómetros de Ereván, Echmiadzín se trata de la excursión de medio día más popular en los alrededores de la capital del país (incluyendo las ruinas de Zvartnots). Para los armenios es la ciudad más santa del mundo, sólo después de Jerusalén. Y es que allí se encuentra el lugar donde reside la máxima autoridad de la Iglesia Apostólica Armenia, el Catholicós (sería el equivalente al Papa para los feligreses armenios). Pero no por una razón azarosa, ni mucho menos. Echmiadzín presume de tener la catedral cristiana más antigua del mundo (levantada en el año 303 por Tiridates III bajo la recomendación de Gregorio el Iluminador después de que Jesús se le apareciera en sueños y señalara el lugar exacto donde tenía que erigirse el nuevo templo) así como el lugar de enterramiento de varias monjas mártires que huyeron de Roma y se encontraron en Armenia con la muerte.
Iglesia de Santa Gayané en Echmiadzín (Armenia)
Es una visita típica que se puede hacer perfectamente en una mañana y que debe incluir estos lugares sagrados que además son Patrimonio de la Humanidad:
+ Catedral de Echmiadzín: En este lugar siempre hubo un santuario pagano que venía del esplendoroso Imperio Urartu (siglo VII antes de Cristo), aunque con la llegada del cristianismo a Armenia sería destruido para establecer la que hoy día se considera la catedral más antigua que se conservan en el mundo. Más de 1700 años se dibujan en un imponente edificio en el que cada domingo imparte misa el propio Catholicós (y si no está entonces una persona designada por él).
Cúpula de la Catedral de Echmiadzín (Armenia)
Aunque tuvimos la mala fortuna de encontrarnos con la catedral andamiada por las obras de restauración que estaban llevando a cabo, sí que coincidimos con la misa dominical. Pudimos asistir, por tanto, a la celebración religiosa del rito armenio que poco o nada ha cambiado en el último milenio. Buena parte de la misa se hace en armenio antiguo (como cuando en España se hacían en latín), de espaldas al público y con una presencia constante de un coro de voces femeninas (y a veces masculinas) que se encargan de darle solemnidad al que es todo un acontecimiento que poco o nada tiene que ver con las misas católicas. ¡Entre otras cosas porque dura entre dos y tres horas!
Niño cogiendo velas en la catedral de Echmiadzín (Armenia)
El edificio por dentro está cubierto de frescos con clara inspiración persa (motivos vegetales, como en las mezquitas). Tiene un pequeño museo (que abre cuando no hay oficios religiosos) con dos reliquias como son la punta de lanza sagrada con la que el soldado romano Longino atravesó el costado de Jesús en la cruz además de un trozo de madera del Arca de Noé.
Información útilEn Armenia (también en Georgia) no se paga entrada por visitar ni una sola de las iglesias o monasterios cristianos. Éstos son siempre gratuitos, salvo si tienen un museo adyacente en el que sí pueden llegar a cobrar algo por acceder (cantidades que van entre 1 y 3 euros máximo).
+ Iglesia de Santa Gayané: Al sur de la catedral de Echmiadzín, apenas a tres minutos a pie, se encuentra una hermosísima iglesia construida en el siglo VII en la que se enterraron los restos de Santa Gayané, la abadesa de las monjas huidas de Roma. De tres naves y una cupula central, su interior es como buena parte de los templos religiosos armenios, sumamente austeros, oscuros y de piedra ennegrecida por el humo de las velas (además durante la sovietización de Armenia muchas iglesias fueron utilizadas para otros menesteres para nada relacionados con la religión).
Iglesia de Santa Gayané (Echmiadzín, Armenia)
+ Iglesia de Santa Hripsimé: Suele ser la primera que se visita en toda ruta por Echmiadzín, ya que se sitúa a la entrada a la ciudad cuando se viene de Ereván. Se sitúa además junto a los restos de una antigua muralla de la que apenas se conservan unas porciones. Al igual que todos los templos de la zona, fue construida con tufa volcánica (que le da ese toque rojizo). Está consagrada a Santa Hripsimé y en su capilla se conserva, además de la tumba con sus restos, las piedras con las que fue lapidada la persona de la que se enamoraron nada menos que dos reyes.
Iglesia de Santa Hripsimé en Echmiadzín (Armenia)
Sabías quéHripsimé fue una hermosísima monja cristiana de la que se  enamoró el Emperador romano Diocleciano. Al no ser correspondido por ésta, salió en su busca para asesinarla. Pero Hripsimé como a otras 36 monjas, lideradas por Gayané, la madre superiora, huyeron de Roma llegando hasta territorio armenio. El rey Tiridates III salió al encuentro de estas mujeres tras recibir una misiva del propio Diocleciano advirtiendo de la llegada de “unas herejes que harían peligrar su reino”. Tididates III, al igual que su homólogo en Roma, quedó prendado de la belleza de Hripsimé. Pero cuando fue rechazado por ésta se encargó de que todas ellas fueran martirizadas de la manera más cruel. Se ocupó de torturar a Hripsimé (mutilándola y apedreándola) y al resto de las hermanas convirtiéndolas, sin saberlo, en mártires.

Al parecer Tiridates III tras estas masacres perdió la cabeza. Sus remordimientos le volvieron completamente loco. Pero su hermana Josrovidujt, tras un sueño revelador, le pidió al rey que sacara de su celda en Khor Virap a un hombre llamado Gregorio, a quien había encarcelado hacía 13 años por ser el único descendiente de quien asesinó a su padre. Le dijo que sólo él le podría ayudar. Y eso fue lo que hizo, sacarle de una celda inmunda con serpientes y escorpiones de la que nadie había sobrevivido hasta entonces. Entonces Gregorio, conocido por el sobrenombre de “el iluminador” le mostró la palabra de Jesús y el Rey Tiridates III se recuperó de su locura. Como agradecimiento declaró en el año 301 que el cristianismo sería la única religión oficial, adelantándose incluso a Roma y convirtiéndose en la primera nación cristiana del mundo.
+ Iglesia de Shoghakat: Caminando desde la iglesia de Santa Hripsimé se encuentra esta pequeño templo que, aunque es del siglo XVII, uno no parece percatarse de los casi mil años de más con los que cuenta. Es un lugar encantador sobre un vetusto viñedo. Extremadamente fotogénico. En una pequeña capilla en el lateral del templo se encuentra la tumba de Santa Marine, otra de las monjas mártires procedentes de Roma.
Iglesia de Shoghakat (Echmiadzín, Armenia)

Las ruinas del templo de Zvartnots

Junto al aeropuerto internacional y tan sólo a tres kilómetros de llegar a Echmiadzín quedan las ruinas de la que sería la construcción más imponente y única de la historia de Armenia. Zvartnots fue un templo construido en el siglo VII en el lugar donde fue enterrado Gregorio el Iluminador. Se estructuraba en tres poliedros colocados cada uno en el interior de otro más grande y coronados por la clásica cúpula cónica que forma parte de la silueta de las iglesias cristianas armenias. Llegó a medir la friolera de 45 metros, tratándose de una de las obras más grandes existentes en la época. Y hablo en pasado porque un terremoto hizo que el edificio, así como el antiguo palacio adyacente del Catholicós, se viniera abajo.
Ruinas de Zvartnots (Armenia)
Pero aún así las ruinas de Zvartnots, con sus columnas abrazadas y una pequeña arquería, merecen muchísimo la pena. Por la mañana, si el cielo está claro, se puede fotografiar el monumento con las nieves del Ararat al fondo (aunque nosotros no tuvimos esa suerte). Conviene entrar al museo que tiene al lado para comprender la magnitud de esta construcción protegida también como Patrimonio de la Humanidad y percatarse de una estela con un extenso texto en escritura cuneiforme. Hablamos, nada menos, que de una de las primeras formas de expresión escrita de la historia de las civilizaciones. Y que fue utilizada en Armenia y no sólo en territorio mesopotámico.
Zvartnots (Armenia)
Información útil Las ruinas de Zvartnots sí que requieren entrada con coste, ya que en el lugar no se da culto religioso. El precio es de 1000 dram, que ronda los 2 euros. Incluye el acceso al pequeño museo que tiene detrás.

Monasterio de Khor Virap

Khor Virap en armenio quiere decir “pozo hondo” y dicho nombre explica perfectamente la historia de este lugar. Aquí, en un pozo-celda donde había serpientes y escorpiones, sobrevivió a su cautiverio Gregorio el Iluminador. Este se puede decir que fue un hito esencial en el nacimiento del cristianismo en la Gran Armenia, por lo que se entiende que aquí se levantara un monasterio más adelante y que este lugar sea considerado uno de los lugares más venerados por los peregrinos armenios.
Monasterio de Khor Virap en Armenia
Pero Khor Virap para los viajeros de todo el mundo tiene una significación aún más especial. Y esta tiene que ver con su ubicación, a las faldas del Monte Ararat, que se puede observar de manera más nítida que en ningún otro lugar del país. A pocos metros, apenas 300, las torres de vigilancia en la frontera turca y los minaretes de las mezquitas que pueblan esa parte del valle nos cuentan la historia de ese año fatídico para los armenios, 1921, cuando dejó de formar parte del país. El símbolo más armenio que existe, mucho más que su alfabeto, el albaricoque, la granada e incluso la cruz de piedra, está en territorio turco, así como la denominada Armenia occidental que fue absorbida por los otomanos poco después de que finalizara la I Guerra Mundial.
Sele en Khor Virap (Armenia)
La visión desde los campos de cultivo del monasterio de Khor Virap con la silueta del Monte Ararat es, sin duda, la postal más reconocible y hermosa de Armenia. Un icono que merece la pena contemplar y, por supuesto, fotografiar.
Información útilEl mejor momento para fotografiar el monasterio de Khor Virap con el Monte Ararat al fondo es por la mañana temprano antes de que el sol se alce demasiado. Hasta las 9 está perfecto. Pero a partir de las 9:30-10:00, que es cuando llegan los autobuses y vehículos de turistas desde Ereván, la cosa se complica porque la luz se vuelve cada vez más blanca.

Areni, cuevas y vino…

En nuestro caso el mismo día que hicimos la visita a Khor Virap procuramos combinarlas con un par de sitios que forman parte del sur armenio, el comienzo de la provincia de Vayots Dzor, deteniéndonos en la localidad vinícola de Areni y llegando hasta otro de los monasterios más espectaculares del país como es Noravank.
Areni (Armenia)
Areni supuso una parada corta tanto a la ida a Noravank como a la vuelta (está a 75 km de Khor Virap que hicimos aproximadamente). A la ida nos detuvimos en uno de los establecimientos en los que venden vino para probar un poco de caldo armenio y, de paso, sentarnos un rato a tomar el fresco con vistas al valle. Como nos figurábamos, el vino armenio nos supo a auténtico vinagre. Tendríamos que esperar unos días y subir a Georgia para probar algo bastante mejor en la región de Kakheti (La Rioja georgiana).
En Areni hay una iglesia bastante interesante del siglo XIV (Surb Astvatsatsin o Santa Madre de Dios) levantada por el Maestro Momik (el mismo de Noravank) al otro lado del río (visible desde la carretera si no se tiene tiempo de cruzar), pero esta pequeña localidad que vive, entre otras cosas, del vino, se ha hecho famosa últimamente por otro motivo. Y es que hace pocos años en unas cuevas (Areni-1) se encontraron restos de la Edad de Cobre tales como cráneos, los zapatos más antiguos del mundo, con más de 5000 años de antigüedad y que se exponen actualmente en el Museo de Historia de Ereván, así como tinajas donde se almacenaba el vino. Pagando la voluntad (1000 dram por persona, aprox 2 euros) pudimos acceder a dichas cuevas donde vimos parcelado el suelo donde varias universidades norteamericanos se están ocupando de las excavaciones arqueológicas.
Cueva Areni 1 (Armenia)

Monasterio de Noravank

Cuando se toma la carretera desde Areni a Noravank uno se da cuenta de que se está internando en un cañón. La persecución con el coche del río Gnishkajour, un afluente del Arpa, nos hace caer en una perfecta pero estupenda emboscada. Los acantilados vestidos de rojo se pierden en la línea del cielo. En uno de los costados se asoma sin importarle el vértigo Noravank (que quiere decir “nuevo monasterio” aunque tiene ya ocho siglos), el que para muchos es, sin lugar a dudas, una de las mejores obras de arte que se pueden contemplar en Armenia.
Monasterio de Noravank (Armenia)
Noravank fue levantado en un emplazamiento sin igual. Los príncipes Orbelianos, que lo utilizaron como mausoleo, mandaron construir al Maestro Momik, algo así como el Miguel Ángel armenio del siglo XIV, el más hermoso de todos los monasterios. Y así nació este complejo con iglesias como Asvatsatsin, con dos plantas (se sube por una escalera en la fachada) o la más importante, San Karapet, que sirvió precisamente de lugar de enterramiento predilecto de los Orbelian junto a la capilla de San Gregorio.
Monasterio de Noravank (Armenia)
La mimetización con el entorno es, con seguridad, uno de los grandes secretos de Noravank. Pero no es el único. El tallado de la piedra muestra composiciones formidables, sobre todo en la entrada principal de San Karapet. Cuando además esto se junta con un atardecer que enrojece, aún más si cabe, el conjunto, nos queda una puesta de sol única. Aunque no existen dudas de que todas las horas son idóneas para visitar este conjunto religioso incapaz de defraudar a nadie.
Sele en el Monasterio de Noravank (Armenia)

Cañón del Kasagh

Otra ruta perfectamente asequible en una mañana desde Ereván es la del Cañón del Kasagh. Esta vez hace falta dirigirse al norte, apenas a 20 kilómetros, e internarse en una nueva provincia armenia como es Aragatsotn. A diferencia de cuando se viaja a Noravank, la carretera va por encima del cañón del río Kasagh. Y los objetivos para esta escapada son dos pequeños monasterios que se asoman justo al borde del acantilado. El más alejado Saghmosavank (monasterio de los salmos) y a tan sólo 5 kilómetos Hovhannavank (consagrado a San Juan Bautista). Ambos, aunque pequeños comparados con otros complejos religiosos, forman una estampa perfecta con el cañón hasta llegar a fundirse con él.
Cañón del Kasagh en Armenia
Para llegar a la gran grieta que forma en el Kashag hay que dejar a un lado las indicaciones a la ciudad de Ashtarak y buscar la aldea de Saghmosavan. Allí se alza el monasterio de los salmos, lugar en el que fueron realizados ricos manuscritos y espléndidas miniaturas por los monjes (muchos de ellos se guardan en el Museo de los manuscritos de Ereván). Además del característico atrio a la entrada, posee biblioteca y capillas adyacentes además del corazón de la iglesia en sí misma, iluminada por las luces de una cúpula cilíndrica que se convierte en una de las claves para entender la arquitectura religiosa en Armenia.
Monasterio de los Salmos en el Cañón de Kashag (Armenia)
Desde Saghmosavank hasta Hovhannavank se puede ir a pie por un sendero que bordea el gran cañón del Kashag (también en coche, por supuesto). Es un camino de aproximadamente 5 kilómetros que lleva al hermano casi gemelo del primer monasterio que hemos visitado, aunque éste fue levantado con bastante anterioridad. Hovhannavank está considerado como uno de los templos cristianos más antiguos de la región, ya que su primera piedra se colocó en el siglo IV y, al parecer, por el propio San Gregorio el Iluminador. Aunque la forma actual se la dio el príncipe Vache Vachutyan a comienzos del siglo XIII.
Monasterio de Juan el Bautista en el Cañón de Kasagh (Armenia)
Información útilLlegar a estos monasterios en transporte público es imposible. Sólo hay marshrutkas hasta Ashtarak, y desde allí habría que contratar un taxi que nos llevara a ambos, nos esperara y nos trajera de vuelta, para luego tomar una van de retorno a Ereván. Esto sucede en muchas de las visitas imprescindibles de Armenia, que no se encuentran dentro de los núcleos urbanos y no hay transporte público a los mismos.

La iglesia más diminuta de Armenia está en Ashtarak

No regresamos a Ereván sin pasar, por supuesto, por Ashtarak. Nos interesaba una parada muy especial a la que muchos dicen es la iglesia más diminuta de Armenia. Karmravor es del siglo VII y apenas ha sufrido modificación alguna. Parece una iglesia de juguete y en su interior, que se está restaurando, se aprecian restos de frescos (algo que no ha sobrevivido en buena parte de los templos religiosos armenios, ennegrecidos por el humo).
Sele y Rebeca en Armenia
Sin duda se trata de un lugar con muchísimo encanto en el que es raro encontrarse con otros turistas. ¡Y está de paso!

El templo de Garni

Salida de Ereván (y rumbo al norte de Armenia, ya no volveríamos a dormir en la capital). A tan sólo 30 kilómetros de esta ciudad, ya dentro de la provincia de Kotayk, tras dejar a nuestra derecha unas vistas magníficas del Valle del Ararat, llegamos hasta este símbolo de la Armenia pre-cristiana llamado Garni. Hablamos de un templo de estilo grecorromano, el único pagano del país que continúa en pie y además el último en su especie en todas y cada una de las repúblicas ex-soviéticas. Cuenta la leyenda que salvarlo fue una petición de la hermana del Rey Tiridates III y que logró convencerlo de que no lo destruyera como sí había sucedido con otros templos considerados paganos tras adoptar la nueva religión. Sobreviviría intacto casi trece siglos más, aunque un terremoto lo echó abajo. Por fortuna se pudo recolocar todo otra vez para lucir tal como fue Garni en el siglo I después de Cristo, cuando se erigió en honor a Mitra, el Dios del Sol.
Templo de Garni (Armenia)
Tiridates I quería celebrar que Armenia se hubiese aliado con un Imperio Romano en el que estaba Nerón a la cabeza. Y Mitra era uno de los dioses más importantes del panteón tanto armenio, como romano e incluso persa. Así que escogió el borde de un acantilado que mira de cara a la Garganta del río Azat para elevar el magnífico Templo de Garni, que hoy día forma parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad que elabora la UNESCO (fue inscrito en el año 2000 dentro de la denominación “Monasterio de Geghard y Valle alto del Azat”).
Templo de Garni (Armenia)
El basalto fue el material elegido para la construcción del templo. Precisamente la garganta del Azat está repleta de este roca volcánica en espacios verticales formados por columnas nacidas precisamente por el enfriamiento de la lava (lo mismo que en la Calzada de los Gigantes de Irlanda del Norte o las formaciones de la playa de Vík en Islandia). Un total de 24 columnas de estilo jónico (base circular y capitel ornamentado con volutas) rodean el altar, al que para llegar es necesario subir 9 escaleras.
Templo de Garni en Armenia
Junto al templo se han conservado los restos de unas antiguas termas, en la que destaca la supervivencia de un suelo decorado con mosaicos de gran calidad artística. Es muestra de que el templo, así como su entorno, fuese utilizado mucho más tarde como parte de la residencia de verano de los reyes armenios, quienes lo denominaron “El Palacio de la Frescura”. Además, la Garganta del Azat y los bosques que se observan desde el mirador son parte de la Reserva del Rey Khosrov, el cual fue durante siglos coto de caza y donde osos, lobos grises, linces europeos e incluso el escurridizo leopardo caucásico son sus auténticos dueños.
Información útilEl precio de la entrada al Templo de Garni es de 1000 dram (aprox 2€). Esta excursión se suele combinar con la visita al Monasterio de Geghard, 10 kilómetros más adelante por la misma carretera.

Monasterio de Geghard

Si bien es cierto que hay muchos monasterios que recomiendo visitar en Armenia, el de Geghard puedo asegurar que está entre los imprescindibles y más increíbles que posee este territorio. Pasado Garni, serpenteando el cañón Geghardatzor, surge el misticismo de un complejo religioso que bien podría parecer una fortaleza. Como si la palabra de Dios fuese protegida con uñas y dientes tras los muros de un enorme castillo surge una pared de rocas en las que se dejan intuir pequeñas cuevas utilizadas por los ermitaños desde antiguo. Ahí se encuentra el protagonista de un buen número de suspiros, de “oh, Dios mío” y de topicazos que nos harían utilizar términos como “mágico”, “místico” o “espectacular”. Todos ellos plenamente justificados.
Monasterio de Geghard (Armenia)
Nuevamente la mimetización con el entorno, en este caso montañoso, es el secreto de Geghard, el centro de un núcleo protegido como Patrimonio de la Humanidad. Su importancia es incluso muchísimo anterior a la incorporación del cristianismo en Armenia, ya que se sabe que en el manantial que brota en este lugar se hacían rito paganos. Y casualmente se observa un cierto sincretismo religioso pagano-cristiano, ya que en el interior de uno de los edificios monásticos entra el agua, habiendo una pequeña piscina donde se cuenta que todavía se llevan a cabo inmersiones ritualísticas. Incluso existe la tradición de que las mujeres que deseen quedarse embarazadas acudan a beber de este manantial para asegurarse tener hijos.
Sele en el monasterio de Geghard (Armenia)
Geghardavank quiere decir exactamente “Monasterio de la lanza”, haciendo clara referencia a que aquí se guardó durante mucho tiempo la punta de flecha con la que el soldado romano Longino atravesó el costado del cuerpo crucificado de Jesucristo. Esta reliquia, de la que ya hablé con anterioridad, se custodia en el museo de la Catedral del Echmiadzín, pero explica que en su momento Geghard fuese considerado un auténtico centro de peregrinación de vital importancia en el Cáucaso. Sobre todo a partir de que la Reina Tamara de Georgia expulsara a los musulmanes de este territorio.
Monasterio de Geghard (Armenia)
CONSEJO: Apenas a medio kilómetro antes de llegar al monasterio hay un restaurante con vistas estupendas al cañón del Azat. Su nombre viene en Armenio pero quiere decir “Geghard Restaurant”. Incluso si no queremos comer allí es posible entrar y asomarse a un imponente mirador que tiene bajando unas escaleras. Pidiendo permiso no ponen ninguna objeción, aunque si el calor aprieta no es mal sitio para tomarse una típica limonada armenia (si es de estragón mucho mejor).

Lago Sevan

Los armenios se acuerdan que sus antepasados navegaron por el Cáucaso, el Mar Negro y el Mediterráneo como parte que bañaba su territorio. Hoy lo hacen por el Lago Sevan, que podría considerarse como el mar armenio por sus dimensiones. Se trata de uno de los más grandes lagos alpinos del mundo, situado a 1900 metros de altura sobre el nivel del mar (el lago navegable más alto lo encontraríamos en Bolivia, con el Lago Titicaca situado nada menos que a 3812 metros). Ocupa un 5% del país y tiene una longitud que sobrepasa los 80 kilómetros (su ancho máximo llega a 56 km).
Lago Sevan (Armenia)
Ni que decir tiene que los armenios lo utilizan para sus vacaciones veraniegas (cuando no van a Batumi, en Georgia), ya que se encuentra a poco más de una hora desde Ereván y las temperaturas son mucho más suaves que en la capital cuando llega el verano (y sobrepasan muchas veces los 40º). Suelen hospedarse en los hoteles “soviet style” de la ciudad de Sevan (donde llegan los buses y marshurtkas repetos de gente), aunque empiezan a buscarse emplazamientos menos trillados, aprovechando la magnitud de este hermoso lago.
Nosotros bordeamos parte de su orilla occidental y encontramos tres atractivos que merece la pena no perderse bajo ningún concepto:
+ Cementerio de Noraduz: Noraduz o Noratus, a unos 30 km al sur de Sevan, recoge la mayor concentración de khachkars de todo Armenia. Casi 800 cruces de piedra, casi todas ellas de la época medieval, así como viejas tumbas con relieves relacionados con la vida del difunto que allí está enterrado. Cuentan que un destacamento perteneciente al ejército de Tamerlán tuvo que dar media vuelta cuando confundió los khachkars con escudos de guerreros. En realidad los lugareños hicieron ruido con metales para hacer creer que estaban en posición y que eran más numerosos. Y de ese modo se salvaron del ataque.
Cementerio de Noraduz (Noratus) en Armenia
+ Iglesia de Hayravank: 10 km antes de llegar a Noraduz (si vamos desde Sevan) hay una interesante iglesia del siglo IX rodeada de varios khachkars, la cual se asoma valientemente al lago.
Hayravank (Armenia)
+ Monasterio de Sevanavank: Su nombre quiere decir “monasterio negro” y se trata del conjunto religioso más importante a orillas del Lago Sevan. Cuando se construyó allá por el año 874 por orden de la princesa Mariam Bagratuni estaba en una pequeña isla de lago, pero actualmente (y tras un descenso acusado de nivel del agua en tiempos de la URSS en la que se estuvo a punto de cometer una catástrofe ecológica tipo Mar de Aral) se encuentra en una especie de península coronada por una colina que conviene ascender por unas escaleras.
Sevanavank (Armenia)
El complejo monástico de Sevanavank consta de dos iglesias. La primera que vemos al llegar es Surp Astvatsatsin (Sagrada Madre de Dios), más pequeña, mientras que la más grande e importante es Surp Arakelots (Santos Apóstoles) con su característico tambor octogonal rematado por una cúpula cónica. La segunda es, sin lugar a dudas, la más interesante. Por dentro tiene mucho más que ver y destaca por una cruz de piedra o khachkar en la que Jesucristo aparece representado en varias ocasiones de una forma muy poco común. Sus ojos son rasgados, tiene barba y de su pelo cuelgan dos larguísimas trenzas. Nos contaron in situ que eso se debía a que durante las invasiones mongolas, los artistas armenios cristianos creyeron que si hacían las figuras más reconocibles para ellos, quizás no destruirían sus creaciones. Aún así la de Sevanavank es un caso nada usual en Armenia.
Sevanavank (Armenia)
¡OJO!: Cuando mejora el tiempo entre la primavera y, sobre todo en verano, Sevanavank y todo el entorno del lago se llena de mosquitos de manera exagerada. Si se viaja al lago convendría no olvidarse el típico spray antimosquitos (extrafuerte a poder ser), ya que las pulseras no funcionan.

Dilijan

Cuando llegamos a Dilijan nos encontramos con una Armenia completamente diferente a la que habíamos visto hasta entonces. A esta zona le llaman “la Suiza armenia” puesto que está repleta de montañas boscosas, lagos bucólicos (como Parz) y el clima es bastante húmedo, con la presencia de nieblas matinales, más lluvia de la que cae en Ereván y un ambiente general de paz y tranquilidad que lo hacen ideal para cualquier escapada de desconexión en la que la naturaleza y los paisajes sean los únicos que manden.
Lago Parz (Armenia)
El norte armenio es sorprendente y Dilijan un pedacito del paraíso (hay un dicho armenio en la que mediante un suspiro la gente pronuncia “que el Edén tiene que ser muy parecido a este lugar”). En la parte antigua del pueblo se conservan grandes casas con balcones de madera que recuerdan a los de algunas localidades georgianas. Mientras que en el margen izquierdo del río Aghstev aparecen los hoteles-balneario muy frecuentados por los turistas rusos que durante el periodo soviético vieron que sus padres y abuelos venían buscando localidades como Dilijan (o Borjomi en Georgia) para relajarse durante al época estival debido al clima y las propiedades mineromedicinales de sus aguas.
Dilijan (Armenia)
En Dilijan nos hospedamos en una modesta casa local (B&B Armenia) y desde allí salimos a buscar algunos lugares interesantes como el Lago Parz o el Monasterio de Goshavank.
+ Lago Parz: Dentro del Parque Nacional de Dilijan es Parz Lich su lago más grande y hermoso rodeado de bosques y famoso por las estampas otoñales que ofrece. Subimos atravesando una carretera semiasfaltada (en un estado lamentable). Allí la gente va a pasar el día, porque el entorno lo vale, pero está empezando a considerárselo además como punto de partida para diversos trekkings de dificultad media/fácil. Uno de los más conocidos es el que lleva hasta el monasterio de Goshavank (para el que hacen falta unas 2 horas, aunque si los caminos están embarrados lleva más tiempo). Importante llevar repelente de mosquitos en verano.
Rebeca en el Lago Parz (Armenia)
+ Goshavank: Este monasterio fundado a finales del siglo XII recibe el nombre de uno de los más ilustres teólogos e intelectuales de Armenia durante la Edad Media, Mkhitar Gosh (1130-1213). De hecho fue uno de los causantes de que este complejo religioso fuese uno de los más importantes en todo el Cáucaso, y sus restos descansan hoy en el mismo.
Goshavank (Armenia)
Su iglesia más importante es la de Surp Asvatsatsin, aunque cuenta con varios edificios más. Conviene fijarse en la cruz de piedra que hay a la entrada principal, con una ornamentación excelsa y raras veces vista en la colección de khachkars que atesora el país.
Desde hace un año está cubierta de andamios, sobre todo en las cúpulas, que se están restaurando. Si se sube hasta la antigua vivienda del abad (un torreón circular a unos 100 metros metido entre árboles y que queda a la vista) se pueden tomar muy buenas imágenes del monasterio.

Monasterio de Haghpat

En el norte de Armenia tanto Haghtpat como Sanahin forman parte del Patrimonio de la Humanidad ya que parafraseando a la UNESCO “ambos complejos monásticos representan el más alto florecimiento de la arquitectura religiosa armenia, cuyo estilo único se desarrolló a partir de una mezcla de elementos de arquitectura eclesiástica bizantina y la tradicional arquitectura tradicional de la región del Cáucaso”. Lamentablemente en nuestro caso no nos quedó tiempo para visitar Sanahin (a 7km) porque debíamos marchar a la frontera con Georgia, pero sí nos detuvimos en Haghpat, situado en lo alto de un promontorio con vistas del valle del Debed.
Monasterio de Haghpat (Armenia)
Está compuesto por varios edificios, algunos de los cuales parecen estar literalmente enterrados bajo la hierba de la colina. Incluso el monasterio conserva una sala que se utilizara como biblioteca y cuyos manuscritos se guardaron durante casi mil años en el suelo en una especie de tinajas como se hacía con el vino. El torreón aparece completamente separado de las construcciones principales.
Monasterio de Haghpat (Armenia)
NOTA: Nosotros por culpa del tiempo nos perdimos Sanahin, pero la visita de ambos es imprescindible (son de un estilo similar) y son, de largo, dos grandes joyas del patrimonio histórico-artístico y religioso en el norte de Armenia. A 13 km avanzando desde Haghpat por la carretera M6 se llega hasta Monasterio de Akhtala, que posee unos frescos prodigiosos y los cuales no son muy normales ver ya en territorio armenio.
+ INFO: http://ift.tt/2a7TPGp

FUENTE: http://ift.tt/2hvZVV4
Fuente: Guia Menc