viernes, 9 de junio de 2017

FUE PRESENTADO EN LA CASA DE LA CULTURA ARMENIA EL LIBRO "VEINTIDÓS VIDAS" DE CRISTIAN SIROUYAN.


Este jueves, en la Casa de la Cultura Armenia, y ante más de un centenar de personas, se llevó a cabo el acto cultural de presentación del libro "Veintidós Vidas", del periodista Cristian Sirouyan, que narra algunas de las historias de vida de aquellos descendientes de armenios que fueron víctimas del terrorismo de Estado en nuestro país.

Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del presidente de la Unión Cultural Armenia, Adrián Lomlomdjian, quien comenzó destacando que "esta era una noche especial y particular, más allá de que al mismo tiempo es la continuidad de la lucha que venimos llevando adelante desde hace décadas en nuestra organización".

Adrián contó la experiencia familiar de aquellos años relacionado a la búsqueda de Elena Kalaidjian y dejó en claro que "la dirigencia comunitaria no estuvo a la altura de las circunstancias y no acompañó ni dio respuestas a las necesidades y reclamos de las familias que fueron víctimas".

Habló de la nueva etapa que se abrió en el país a partir del final de la dictadura cívico-militar y la reinstalación de la democracia y de la importancia del movimiento de los derechos humanos y su lucha en la formación de los jóvenes de la década de los ochenta. Destacó que fue esa generación -hacia adentro de la colectividad- la que tomó la posta en la lucha por los derechos humanos y comenzó a interiorizarse y a preguntarse sobre qué había pasado con los armenios desaparecidos, quiénes eran, de qué instituciones, etc.


Adrián Lomlomdjian
El presidente de la UCA destacó que si bien fue esta institución la única que como tal encaró el tema, no fueron pocos los miembros de otras instituciones comunitarias que también lo hicieron, aunque de manera individual o por fuera de las estructuras comunitarias. Y fue la conjunción de estos factores -lo institucional desde la UCA y esos cientos por afuera- lo que logró que el tema se instalara cada vez con más fuerza hacia el interior de la colectividad. Y aquí subrayó "el fundamental papel jugado por las nuevas generaciones, chicos de hasta 30 años, para quienes los derechos humanos forman parte de lo cotidiano, porque a diferencia de nuestras generaciones, ellos se acercaron al tema desde la escuela".

"Cuando comenzaba el nuevo milenio hicimos el primer acto comunitario de homenaje a los desaparecidos de la colectividad armenia con la colocación de una plaqueta con sus nombres en nuestra vieja sede de Scalabrini Ortiz y Córdoba. Luego se descubrió una plaqueta en el frente de la Catedral Armenia San Gregorio el Iluminador y en el marco del Centenario del genocidio armenio colocamos las baldosas con los nombres de los desaparecidos en la Plaza Inmigrantes de Armenia", contó Lomlomdjian sobre las iniciativas de la UCA, además del sinnúmero de actividades relacionadas a esta temática, desde charlas con familiares, hasta reportajes, mesas redondas, encuentros.

Al resaltar los avances en la materia durante la última década, Adrián afirmó que la UCA toma como propia la lucha por Memoria, Verdad y Justicia, por sobre todas las cosas, considerando la Memoria una herramienta fundamental para que no se repitan crímenes de similares características.

"Si hoy sucediera lo mismo, ¿qué pasaría? Esa es la pregunta que debemos hacernos para saber hasta donde avanzamos en nuestra lucha cotidiana, donde nos enfrentamos a ese enorme aparato propagandístico, que durante 24 horas trabaja ya no a favor de tal o cual partido o tal o cual candidato, sino desinformando y naturalizando las injusticias y miserias de un sistema cada vez más opresor y cada vez más explotador".

Para finalizar, Adrián agradeció a Cristian "la oportunidad de poder presentar el libro en esta casa, cosa que nos enorgullece. Y sabés que vos sos uno de los nuestros, porque así lo siente cada integrante de la UCA".


Gabriel Tchabrassian
Seguidamente, hizo uso de la palabra Gabriel Tchabrassian, de la Juventud de la Unión Cultural Armenia, quien comenzó destacando que "este libro nos llega a las nuevas generaciones en un momento más que importante, en un momento necesario". Y lo fundamentó en que del día a la noche, las nuevas generaciones tuvieron que enfrentar cuestiones que desconocían, como los intentos de brindarle impunidad a los genocidas, ya que para ellos lo natural era lo otro, los juicios, las condenas y la cárcel para los violadores de los derechos humanos.

Gabriel destacó que este libro "aporta para la batalla de ideas que venimos sosteniendo, que también es una batalla por la vida. Este libro es una herramienta que reivindica esas 22 vidas, en un momento donde se intenta volver a estigmatizarlas". Y a modo de ejemplo dijo que "para nosotros hablar de la dictadura militar es hablar de terrorismo de Estado, y ahora vuelven otra vez a hablarnos de guerra sucia, de los dos demonios y un montón de otros términos".

El responsable de la JUCA puntualizó la importancia de que se conozca quiénes eran, qué hacían aquellos jóvenes que fueron a nuestras mismas escuelas y clubes, ya que "la batalla de ideas también se da dentro de nuestra colectividad y personalizar, conocer saber sobre ellos ayuda a romper el anonimato de 30 mil y los intentos de estigmatizarlos a través de términos como subversivos, etc.".

"Los desaparecidos eran peronistas, comunistas, cristianos, socialistas, los habían de distintos signos, pero el común denominador entre ellos era que todos eran militantes políticos, personas comprometidas con la lucha. Y con ellos nos sentimos identificados, porque nosotros también somos militantes políticos y seguimos luchando como lo hacían ellos", concluyó Gabriel.


Victoria Montenegro
A continuación hizo uso de la palabra Victoria Montenegro, nieta recuperada y hoy dirigente política, quien comenzó su intervención recordando "que hace unos días estuvimos con miembros de la JUCA que nos vinieron a visitar a las Abuelas y a los Nietos a la Casa de las Abuelas de Plaza de Mayo, y ahora escuchaba a los compañeros y digo que siempre es importante reivindicar la vida y la lucha de los compañeros, pero destaco que hacerlo en este momento es especial y necesario porque esta generación de jóvenes esta viendo perder derechos conquistados que para ellos era natural tenerlos".

Viky reflexionó sobre el golpe del 24 de marzo de 1976, sobre los 30 mil desaparecidos y los 500 bebés robados, sobre el plan económico de la dictadura "para que unos pocos se queden con todo mientras el resto de la sociedad se resignara a sobrevivir como pudiera". También habló del objetivo de la dictadura genocida de terminar con generaciones que quisieran cambiar la realidad, que se rebelaran contra las injusticias. Y en esa generación incluyó a sus padres, dos jóvenes salteños de la ciudad de Metán, que se incorporaron a la lucha a través del ERP-PRT, a quienes los persiguieron, secuestraron, los desaparecieron y les robaron a su hija y le impusieron una identidad diferente.

Y continuó, puntualizando que "por la aplicación del Plan Cóndor muchos países hermanos también sufrieron los horrores de las dictaduras genocidas y los mismos planes económicos y criminales, pero fuimos sólo los argentinos los que logramos crear esos organismos de derechos humanos, esas Madres y Abuelos que lucharon y no permitieron que la historia quedara impune".

Victoria no dudó en destacar el rol de las mujeres, de las Madres y Abuelas, que desafiaron incluso el sentido común machista de la dictadura de que como mujeres se iban a doblegar y se mantuvieron firmes e inclaudicables en la lucha."Aquel policía que les dio la orden de "circulen, circulen", jamás pensó que con esa orden estaba dando inicio a una lucha histórica. Él, pensó que aquellas mujeres se irían a sus casas, pero no, se quedaron, se plantaron, se quedaron exigiendo para saber dónde estaban sus hijos y dónde estábamos nosotros. Y la continuidad de esa lucha hizo que nos encontraran".

Y también subrayó que las nuevas generaciones deben entender que toda esa lucha se hizo en otras circunstancias, en un país donde casi nadie tenía incluso teléfono de línea, no como ahora que nos comunicamos entre nosotros a cada segundo. Y en ese contexto, los organismos lograron que el mundo supiera lo que pasaba en el país.

Victoria Montenegro hizo hincapié en lo fundamental que resultó para el movimiento de los derechos humanos en el país la llegada al gobierno de Néstor Kirchner. "Fue el primer presidente de todos los argentinos que dijo "soy hijo de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo". Y fue a partir de ahí que esa realidad nos permite terminar con la impunidad, reabrir muchas causas por delitos de lesa humanidad, recuperar los centros del horror y transformarlos en espacios para la Memoria, y también nos permitió recuperar la vida de esos 30 mil compañeros, sus sueños, sus luchas".

Para finalizar, agradeció "al compañero porque en este momento logró poner por encima de todo la vida de 22 compañeros y compañeras -que representan a los otos miles- que tuvieron sueños, tuvieron infancia, que querían vivir, que formaron parte de una colectividad que sabe muy bien de lo injusto que es que no se llamen las cosas por su nombre, que a más de cien años tengan que seguir luchando para que se reconozca que fue un genocidio lo que le han hecho al pueblo armenio".


Cristian Sirouyan
Las palabras finales estuvieron a cargo del autor, Cristian Sirouyan, que comenzó agradeciendo la presencia de todos y particularmente del colectivo de la Unión Cultural Armenia por el apoyo y el acompañamiento para concretar esta velada.

"Durante muchos años, fue la Unión Cultural Armenia la única institución de nuestra comunidad que se acordó y homenajeó a los desaparecidos de la colectividad armenia y por lo tanto fue el cimiento del trabajo de investigación que empecé hace ya algunos años", dijo Cristian y continuó explicando que "queda claro que hice un corte en los 30 mil y me dediqué a los de la colectividad armenia. Pero no lo hice como muchos imaginan por el tema de que nos unen las mismas raíces, sino porque ya desde el primer momento, en aquel acto en la sede de la UCA en la todavía llamada Canning, cuando se puso la primera placa con los nombres de los desaparecidos, ahí no sólo vi muchos armenios que no conocía, sino que noté su fortaleza, su decisión y compromiso, pero también vi su desamparo, la necesidad de ser escuchados, de ser comprendidos en su dolor".

Cristian habló del doble dolor de las familias armenias, ya que todos somos víctimas sobrevivientes del genocidio armenio, y además, estas familias, tuvieron que vivir en carne propia otra vez el horror. Sin embargo, el autor destacó"que no hubo un ensañamiento especial con estos jóvenes por su origen armenio, sino que fueron víctimas por su militancia política, por su compromiso, por su ideología".

Al hablar de las fuentes de información, de dónde y cómo se nutrió para poder concretar este libro, Cristian dijo que no fue fácil, "por eso llevó varios años, incluso con interrupciones, porque no hay información oficial. Hubo que buscar familiares, conocidos, amigos, compañeros de la infancia, gente que haya compartido parte de la vida con ellos, incluso quienes compartieron el cautiverio. Y fue así como finalmente pude darle forma a este trabajo, con la idea más que nada de dejar un testimonio escrito a los jóvenes, porque es indispensable mantener viva la memoria".

Cristian también detalló la particularidad del contenido del libro, explicando que lo que el hizo es dejar testimonio de la vida y no de la muerte, por eso narra las historias de quienes hoy ya no están, su paso por las escuelas, los clubes, facultades, trabajo, deporte. Y traté de hacerlo con mucho respeto por los familiares, quienes atravesaron por esta horrible situación cada uno a su manera, como pudo y como logró entenderla. "Ellos mismos sufrieron también porque les faltó acompañamiento de la colectividad, estuvieron muy solos en la dictadura. Cuando intentaban acercarse a las instituciones para recabar información, eran rechazados o no recibían respuesta alguna", subrayó Cristian.

Para finalizar, reiteró el agradecimiento a todos y la esperanza de que este trabajo realizado sirva para mantener viva la memoria en las nuevas generaciones.

En la parte artística trajeron su adhesión a la velada Gabriel Tchabrassian en teclados y la voz de Pablo Kouyoumdzian en los temas "Todavía Cantamos", de Víctor Heredia, y "Memoria", de León Gieco; Mary Ebekian con el recitado de la poesía de Baruir Sevag "Existimos, perduraremos, nos multiplicaremos", en idioma armenio y español; y el conjunto KAIANE, con las danzas Kocharí, Erevaní y Marash.


Al finalizar, se sirvió un vino de honor, mientras los presentes dialogaban entre si, con el autor, con familiares y amigos de los homenajeados.




FUENTE: http://ift.tt/2snEcV7
Fuente: Guia Menc