"Todos los años se vive esta fecha como un momento particular, pero en esta ocasión notamos que la posición negacionista de Turquía ha ido en incremento", aseguró Koussikian, de la Asociación Cultural Armenia en Buenos Aires y licenciado en relaciones internacionales.
Ante la presencia de comunidades armenias que tienen fuerza en Uruguay, en Argentina, en Brasil y en menor medida en Chile, el Gobierno de Turquía "trata de desplazar el tema de la agenda haciendo un trabajo muy fuerte en la región", observó.
Los armenios y sus descendientes que residen en América del Sur constatan que "a veces es difícil luchar contra eso", puntualizó Koussikian.
"Turquía se dedica a invitar a diputados y senadores del Gobierno local para que visiten el país y lo vean desarrollado en términos económicos y políticos, aun cuando se producen violaciones de los derechos humanos", afirmó.
Es una gran contradicción, según Koussikian, que este intento de seducción de representantes políticos tenga lugar en Argentina, que todavía vive secuelas de la última dictadura (1976-1983) por la persecución que sufrieron miles de personas.
"Habría que mantener una línea de coherencia a lo largo del tiempo y a través de todos los Gobiernos", manifestó.
El genocidio tuvo lugar durante la Primera Guerra Mundial, cuando el Gobierno de los Jóvenes Turcos, que en 1908 había dado un golpe de Estado, ordenó la deportación de los armenios desde el este de la península de Anatolia hacia Siria, que era parte del imperio otomano.
Turquía ha reconocido que existió una política de deportación contra la comunidad armenia que se vio agravada por algunos incidentes, si bien la escalada de violencia fue también alentada por milicias armenias que desde Anatolia oriental apoyaban el avance del Ejército ruso.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, envió este lunes un mensaje a la iglesia de Surp Vartanants, en Estambul, donde se celebró una de las varias ceremonias en recuerdo de la tragedia.
"Queridos y estimados ciudadanos armenios, los saludo con amor y respeto (…) Ofrezco mis condolencias a los nietos de los armenios otomanos que perdieron sus vidas en las duras circunstancias de la Primera Guerra Mundial (…) No toleramos que ni uno solo de nuestros ciudadanos armenios sea condenado al ostracismo, marginado o hecho sentir como ciudadano de segunda clase", dijo Erdogan en su mensaje.
Reconocimiento del genocidio
Este año se cumple el décimo aniversario del reconocimiento del genocidio armenio por parte del Estado argentino.
La Ley 26.199, que involucra al Poder Ejecutivo, al Legislativo y al Judicial, se ha extendido con el tiempo por todo el territorio.
La mayoría de las provincias de este país reconocen el exterminio armenio, de acuerdo a la Asociación Cultural Armenia.
La legislatura de la ciudad de Buenos Aires y de la de la provincia de Córdoba (centro) han manifestado su apoyo públicamente a esta comunidad.
También el Mercado Común del Sur (Mercosur, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), a través de su Parlamento, ha reconocido la matanza.
Fue Uruguay el primer país del mundo en reconocer el genocidio armenio, en 1965.
Sin embargo, advirtió Koussikian, "no somos una comunidad abocada solo al genocidio, sino que tenemos una visión pluralista de los genocidios, los trabajamos a través de la educación para que no vuelvan a suceder este tipo de hechos".
En Argentina viven más de 50.000 descendientes de armenios, mientras que en Uruguay son unos 10.000.
La vicepresidenta argentina Gabriela Michetti participa este lunes en un acto religioso en Buenos Aires para conmemorar el 102° aniversario.
También está prevista una movilización frente a la Facultad de Derecho para recordar los hechos.
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