"En algunas composiciones empiezo como un rock y luego meto un trozo más clásico", plantea a Europa Press un Ara Malikian que, por primera vez, ha compuesto todos los trece temas de su nueva obra. Y añade entre risas: "No me esfuerzo para cambiar de un estilo a otro, quizás eso está mal, pero la verdad es que me dejo llevar. No me doy ni cuenta".
Este nuevo trabajo es en realidad un cuento sobre un violín que nació en Módena hace más de 300 años y que viajó hasta el Líbano para encontrarse con un pequeño Ara de tres años al que su padre, también violinista, enseñó a tocar, y del que ya no se separaría.
Juntos descubrirían a Paganini y juntos viajarían a lo largo de los años por todos los géneros musicales que iban aprendiendo allí donde paraban, siempre con la mente abierta. "Es que no me gusta la dichosa manía de que todo sea igual, como un ejército, cuando lo bonito del arte es que sea libre y diferente. No tenemos que encasillarlo", subraya.
Para Malikian, en este mundo libre y diverso la educación musical juega un papel fundamental, algo que él sabe bien pues comenzó a tocar siendo bien pequeño, y por eso afirma que los responsables "se lo tienen que currar más", al tiempo que destaca que "ante todo, no tienen que quitar a la música" de las escuelas. Y añade: "Es un problema que cada vez haya menos educación musical en los colegios. Tendría que ser casi obligatoria".
NUEVA ETAPA.
Con este nuevo lanzamiento, Ara Malikian abre una nueva etapa después de "más de dos años" de gira con el proyecto de su anterior álbum, 15. Por eso admite que "ya quería cambiar el repertorio y el espectáculo", lo que le llevó a centrarse en la composición de material inédito.
"Es la primera vez, nunca me he dedicado mucho a la composición, aunque he escrito cosas a mi propia medida cuando he necesitado algo. Poco a poco cogí gracia, me animé y me puse a ello. Tengo muchos temas compuestos, hemos hecho una selección", explica.
A este respecto, añade que los temas en realidad "no están compuestos para el disco", puesto que él escribe imaginando cómo será en concierto: Yo dedico más de la mitad de mi tiempo en los escenarios. A veces compongo cosas que suenan bien en el escenario pero no sabía si sonaría bien en estudio".
En esta ocasión, además, ha contado con colaboraciones especiales de, entre otros, Tony Carmona, Kepa Junkera, Iván Melón Lewis y Miguel Poveda. Nombres ilustres de los que el violinista ha "aprendido mucho" y de cuyas aportaciones se siente tan orgulloso como agradecido.
"Siempre aprendes algo de los demás, especialmente si es de otro mundo, otra cultura u otro género. Es lo que más te enriquece y eso es lo bonito de esta profesión, dejarse seducir por otras visiones. Cualquier manera que te emocine puede valer, no existen las reglas", reflexiona.
La principal consecuencia de estas colaboraciones es un disco aún más variado, en el que hay música clásica, rock, pop e incluso "momentos barrocos mezclados con ritmos montunos de Cuba y flamenco". "Cuando compongo no sé de dónde viene la música, supongo que del subconsciente", señala.
"El disco es muy variado porque es lo que me sale natural. Me costaría mucho hacer un disco de un único estilo, si hiciera uno de música armenia me aburriría a mí mismo. Es lo que siento y lo que es mi carrera, tengo muchas fuentes de inspiración y muchos viajes y todo se refleja", sentencia.
TROVADOR PEGADO A UN VIOLÍN.
Con el disco ya en la calle, lo que toca ahora es presentarlo en esos escenarios que en realidad nunca abandona, con fechas tanto en España como en toda América, con planes también de llegar hasta China. "Ser un trovador es lo que llevo haciendo toda la vida", concede.
"Y la música que hacemos llega a todo el mundo, no tiene etiquetas, aunque siempre intentan colgarte una. Pero perdemos las etiquetas cuando nos las ponen y eso es una ventaja para ir por el mundo. Además, el violín es muy inversal", indica.
Como trovador sin etiquetas, Malikian también hace una indudable labor de divulgación musical, consiguiendo que la música clásica llegue a un público que de otra manera no se interesaría en ella. "Los jóvenes se asustan de ir a un concierto de clásica porque piensan que no lo van a entender", resalta.
Y añade a este respecto: "Un poco de razón tienen, porque tal y como se presentan hoy en día, los conciertos de música clásica asustan. Cuando entras y te prohiben moverte, aplaudir y te miran mal incluso si no estás vestido apropiadamente... los jóvenes no se sienten muy cómodos".
Esto le lleva a plantear que "el mundo de la música clásica ha perdido mucho público" y es culpa de "todos". "Si no hacemos nada, vamos a perderlo por completo", apostilla, para luego remachar: "Es una pena porque la clásica es una música muy grande que no se puede perder y merece ser escuchada por todo el mundo, no solo por los elitistas y los que se consideran entendidos".
SYSTEM OF A DOWN Y JIMI HENDRIX.
En su nueva gira, Ara Malikian tiene claro que va a proseguir con su fusión de estilos, aunque con novedades, según adelanta: "Para escoger un repertorio, obviamente no quiero aburrir la público y vamos a meter cosas de Paganini, de Chopin, de Mozart y de Bach, pero también creo que vamos a interpretar temas de System of a Down y algo de Jimi Hendrix".
Siempre inquieto, termina el violinista reflexionando su momento actual de éxito, admitiendo que aunque ahora le va "bien, en dos años" puede irle "fatal". "Hay que seguir trabajando, mantener la cabeza fría. Si dejas de creer en ti, de trabajar, de crear y de estudiar, el fin es inminente", concluye.
Malikian se presentó del 2 al 4 de diciembre en Las Condes (Chile), antes de regresar a España para actuar en Aracena (10 y 11 de diciembre), Barcelona (Palau de la Música Catalana, 27 y 29 de diciembre), Madrid (Teatro Real, 28 de diciembre) y Zaragoza (30 de diciembre, Teatro Principal).
Acompañado de su violín, proseguirá haciendo kilómetros de manera permanente durante 2017, dentro y fuera de España. Una de las primeras fechas ya confirmadas del próximo año será el 25 de junio en el Festival Cultura Inquieta de Getafe.
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