viernes, 16 de diciembre de 2016

"MAGDA TAGTACHIAN: LA PASIÓN Y LOS GENES". REPORTAJE DE SOFI ZANIKIAN.


De meteoróloga a periodista y escritora de su propia historia.


El libro "No me olvides Armenuhí, la historia de mi abuela armenia" fue fruto de un año de trabajo.
Magdalena Tagtachian estuvo a solo seis finales de recibirse de meteoróloga pero el periodismo la llamó y no lo pudo dejar nunca. Es parte de la redacción de la Revista Viva desde hace más de veinte años, empezó como pasante y sigue hasta la actualidad. Su historia podría ser una más de las familias de inmigrantes, pero su curiosidad la llevó a plasmarla en un libro sobre su abuela, Armenuhi.

¿Cómo descubriste tu gusto por el periodismo?.
Cuando volvía del colegio escuchaba el programa de Hugo Guerrero Marthineitz que leía poesía en la radio y me encantaba. Yo no sabía que me gustaba la poesía ni las letra ni escribir. me gustaba mucho la matemática, la geografía y la física así que en segundo año decidí que iba a estudiar meteorología.
Curse los seis años de meteorología pero al final había paros en la facultad y se complicaba, todas mis amigas se estaban recibiendo y yo me quería recibir pero no podía por los paros.
Mi mama siempre fue docente de la Universidad Católica Argentina (UCA) y me comento que había un curso de periodismo. Me anote, iba a la mañana a la UCA y a la tarde a Exactas. Cuando entre en la carrera de periodismo nunca había escrito nada. La primera crónica que me pidieron la escribí sobre una mujer que pedía en la calle, escribí lo que sentía.

En segundo año empecé como pasante en la revista Para Ti y no me fui mas. Sentía que el pulso de la vida pasaba por la redacción. Era como asomar los ojos al mundo. No termine meteorología, me quedaron seis finales. Tenía una beca de investigación del Conicet.

¿Cómo surgió escribir la historia de tu abuela?.
El año pasado para el centenario del genocidio propuse hacer en Viva una nota contando lo que somos los armenios, las costumbres. Ahí conté lo que vivía en la casa de mi abuela los domingo y como mi abuela se había escapado de los turcos la primera vez en la alforja del burro. Mi jefe me dijo que escribiera la historia de mi abuela.

Esa noche escribí una nota de tapa de lo que yo me acordaba, fue como una catarsis. Antes que la publicaran se la mostré a mi tía Alicia. Ella me contó la historia completa, todo lo que no sabíamos. Eso era el día de mi cumpleaños, yo me había pedido el día en el diario y había ido a comer lehmeyún (empanada armenia) a la casa de mi tía.

Estaba mi tío Eduardo y mi hermano mellizo Simón. Volví a casa, tire la nota que había escrito y la reescribí. Eso me abrió la puerta a preguntar lo que nunca me había animado a preguntar.

Nunca nos lo habían contado quizás porque no querían que nosotros sufriéramos lo mismo que ellos. El 19 de abril de 2015 salió la nota pero yo sentía que tenía que hacer algo mas con todo lo que sabía. El libro fue una buena excusa para meterme a fondo y saber que había pasado con mi familia.

¿Qué cosas fueron las que más te impactaron a la hora de escribir?.
Que todo tenia detalles de película, fundamentalmente la historia de los que se quedaron en la Armenia Soviética. También pensé:¿cómo se puede convivir con una historia que la tenía en mis narices y no la había visto?.

Eso me desveló, pero fue un motor muy grande para investigar y escribir. A veces uno busca afuera lo que está adentro. Yo creo que hay un momento para todo en la vida, este era el momento para que pase esto.

La familia cambio, mi abuela esta en el libro, ahora es la abuela de muchos de los que los leen. Yo trate de ponerle belleza a la historia dura. Le puse la misma belleza y el mismo amor que recibí de mi abuela.

Mi familia se portó de diez, acompañaron todo el proyecto. Sin ellos no lo hubiera podido hacer, trabajaron a la par mía. Solo lo leyeron mi tía Alicia y mi mamá Beatriz, el resto de la familia lo leyó ya publicado.



¿Qué cambió en tu vida después de la publicación del libro?.
Yo sigo siendo la misma. Pero cambiaron los lazos familiares, yo tenía relación asiduamente con mi tía Alicia y con mi tío Eduardo, pero con mis primas y tíos abuelos nos veíamos muy poco.

A partir del libro se extendió la familia, las reuniones son de mesas largas, nos juntamos a comer los domingos. A mi sentirme tan querida me llenó mucho mas de amor. Encima veo que el libro gusta, tanto en armenios como en no armenios.

¿Cuál fue tu sensación cuando surgió el viaje a Armenia de este año?.
Fue un regalo del cielo, creo que todo esto me lo mando Armenuhi. Yo me estaba yendo a México y me llamaron del Centro Armenio para cubrir la visita del Papa Francisco a Armenia, yo saltaba de alegría, nunca había ido a Armenia.

Mientras escribía el libro quise viajar pero no pude, asique toda la investigación la hice desde acá. Allá me encontré con la familia que quedó ahí. Fue como cerrar un circulo encontrarme con ellos.

¿Que tenes vos de Armenuhi?.
Antes de escribir el libro no me lo había planteado, creía que no tenía nada de Armenuhi. Pero creo que tengo esa capacidad amorosa de emprender lo que sea, más allá de los resultados.

Tengo la capacidad de resiliencia, el coraje, la valentía, porque atravesé circunstancias difíciles, no tanto como ella, pero tengo la fortaleza que creo que tenemos todos en los genes armenios.

¿Tenes ganas de escribir otro libro?.
Si. Tengo ideas. Los libros son un viaje emocional muy fuerte. No es solo escribir, es todo un mundo adentro mío.

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Fuente: Guia Menc