viernes, 16 de diciembre de 2016

EVANGELINA HIMITIAN JUNTO A SOLEDAD VALLEJOS EXPLICAN CÓMO VIVEN SIN COMPRARSE NADA.


Evangelina Himitian y Soledad Vallejos, periodistas y autoras del blog "Destino Consumido". David Fernandez

Las periodistas se juramentaron no ir de shopping durante todo un año.  Van siete meses y así lo viven.


Hay que partir de una base. No creerles. O, al menos, tratar de que te convenzan de que lo que hicieron es creíble. Desde hace siete meses y medio, con proyección a un año, Soledad Vallejos y Evangelina Himitian, se juramentaron (con contrato y todo) a no comprar nada -sin incluir alimentos- y, a la vez, disminuir considerablemente la cantidad de objetos que forman parte de su vida. El particular desafío, de paso, lo van compartiendo en su blog Deseo consumido.
¿Lo lograrán? ¿O antes de la veda se compraron de todo? “Si lo hubiésemos pensado con tiempo quizás habríamos stockeado”, dice Evangelina, que se sumó a la idea de Soledad pero aclarando que aún tenía que hacerse su regalo de cumple. El principal objetivo -dicen- es evitar la gula del consumo. El comprar por comprar.
“Fue una decisión personal que asumí en marzo de este año. ‘Chau, no me compro nada más por 12 meses’, me dije. Se lo conté a Evangelina, ella me daba fuerzas, hasta que al final se sumó a la propuesta”, recuerda Vallejos.
¿Tarjetas de créditos estalladas? ¿Acreedores ansiosos? Nada de eso, a la hora de buscar los motivos. Según estas periodistas de La Nación, el ingreso al recorte de gastos se debió a, por ejemplo, el frenesí que provoca un shopping lleno
“Eso lo viví buscando un par de zapatos para el colegio de una de mis hijas. Ese ritmo a las corridas, el estrés, mucho gasto. ¿Por qué nos metemos voluntariamente en esta maraña de consumo?. ¿Por qué no salirnos de ese camino?”, se pregunta Himitian.
¿Qué hicieron como terapia?. Todo lo contrario. Empezaron a revisar sus placares y allí veían la huella del ritmo de consumo en la vida familiar. “Ojo, no es que seamos compradoras compulsivas ni tengamos una patología que solucionar, ¿eh?”, se atajan.
Como si todo estuviese fríamente calculado, al cumplirse el año del no consumo (marzo 2017) las dos muchachas editarán un libro, Deseo consumido (por Sudamericana), contando las peripecias y logros del desafío.
Como si fuesen las ombudsman del consumo, la dupla no sólo se ata las manos para no tentarse con esa cartera, aquel vestido o ir a la peluquería; también le da pelea a las promociones y publicidades engañosas
“La mayoría de las veces el descuento ya está incluido en el precio de venta en relación al costo. Las promociones tienen un efecto más psicológico que real”, ataca Evangelina, la experta en el tema. “Uno siente que está ganando, por eso accede”, suma Soledad.
-¿Qué les decían cuando decidieron comenzaron con todo esto?.
Evangelina: -Se nos reían en la cara, decían que no íbamos a aguantar ni una semana.
Soledad: -Sí, nos dijeron de todo: “hippies con OSDE”, “militantes del ajuste”, “¡frívolas!”...
-¿Cuáles fueron los primeros pasos de esto del no consumo?.
E: -Revisando el baño: tiré muchas cremas vencidas y empecé a usar los champús que me traía de los hoteles. Después saqué ropa del placard, separé la que jamás estrené y las prendas que no me quedaban bien. Pasé este invierno con cuatro pulóveres... ¡y nadie se dio cuenta de que repetí!.
S: -Sin contar la ropa interior, me quedé con 99 prendas. Descarté 170 objetos más que Evangelina guarda en una valija. Por ejemplo, sólo tengo una remera de manga larga y tres pulóveres.
E: -Yo, para salir, sólo me pongo esta camisa (NdR: la utilizada en la entrevista) y una calza. Pienso que se puede desarrollar un criterio de consumo moderado. Por ejemplo, si logro ajustar y usar el 20% del placard, y luego me propongo renovar sólo ese porcentaje, me va a sobrar la plata.
S:-Otro desafío fue el Chau diez: cada día había que sacar diez objetos de cada ambiente de la casa; muchas de esas cosas las reunimos para mostrarlas en otra exposición. Tras dos meses de purga, reunimos unos 1.200 objetos que fuimos donando.
-¿Lograron convencer a muchos acerca de este “no consumo”?.
E: -Sí, por empezar a nuestras familias, que tuvieron que adaptarse. En una de las muestras que hicimos (en donde mucha de la ropa descartada fue intervenida con frases para concientizar acerca del consumo), muchas personas donaron indumentaria.
-Luego de la veda, ¿seguirán por la senda del consumo moderado?.
E: -Totalmente.
S: -No hay vuelta atrás en esto.
Qué tienen ganas de comprarse ya...
Evangelina espera que llegue marzo de una vez por todas para comprarse ...
“Una tijera de modista, para dar rienda suelta a mi nueva faceta Pinterest”.
“El Google Chromecast para convertir en smart mi televisión que ya tiene más de cinco años”.
“Muchas ropa interior ya que es lo que más se gasta”.
Por su parte, Soledad no ve la hora de...
“Hacerme un buen corte de pelo ya que este año fui mi propia peluquera”.
“Ponerle luces a mi bici, que uso para ir a trabajar”.
“Comprarme una bikini ahora que viene el verano”.

FUENTE: http://ift.tt/2haxwkF
Fuente: Guia Menc